Composición química e capacidade antioxidante de produtos obtidos de camelias de Galicia
- Barreiro Rodríguez, Rocío
- María del Carmen Salinero Corral Zuzendaria
- Efrén Pérez-Santín Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidade de Vigo
Fecha de defensa: 2022(e)ko uztaila-(a)k 22
- Antonio Miguel de Ron Pedreira Presidentea
- Raquel Rodríguez Solana Idazkaria
- Pilar Vela Fernández Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
La camelia es una planta arbustiva muy conocida por ser utilizada con fines ornamentales, para hacer infusiones de sus hojas y, en menor medida, para obtener un aceite muy apreciado en la industria cosmética y culinaria. Se cultiva en Galicia desde hace más de dos siglos, pero siempre se ha utilizado como especie ornamental y no fue hasta finales del siglo XX, cuando se utilizó para obtener productos de gran calidad como el aceite o el té. El té es una bebida originalmente elaborada con fines medicinales, que incluye en su composición cafeína, y otras sustancias como; flavonoides (kaempferol, miricetina, quercetina y catequinas), ácidos fenólicos (ácido gálico, ácido p-cumárico y ácido cafeico), alcaloides (teofilina, teobromina y teína) o vitaminas (A, C, E, K y B), que, si se consumen proporcionan beneficios para la salud. Los chinos fueron los primeros en utilizar el té como bebida medicinal hace unos 3.000 años. Actualmente, el té es la bebida más consumida en el mundo después del agua, por lo que es un producto de interés económico. Además, un gran número de artículos científicos avalan sus propiedades beneficiosas para la salud (antioxidante, activo contra enfermedades cardiovasculares, fortalece el sistema inmunológico, antiinflamatorio, quimiopreventivo, etc.); lo que completa el interés del estudio y la puesta en valor de este producto derivado de la Camellia sinensis. El aceite de camelia se caracteriza por tener un sabor único y ser más saludable que otros por su contenido en ácidos grasos, especialmente insaturados, de mayor interés en la industria alimentaria. Así, encontramos en él la presencia de ácido araquidónico (ácido graso poliinsaturado omega-6) y ácido mirístico, inexistente en el aceite de oliva, además de otros destacados por su valor nutricional como el oleico y linoleico, omega-9 y omega -6 ácidos insaturados respectivamente; de los cuales se encontraron cantidades similares en los dos tipos de aceite. Además de esta clase de compuestos, contiene vitaminas A, B, D y E, y minerales como fósforo, zinc, calcio, manganeso y magnesio; muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Esta composición hace del aceite de camelia un producto de gran interés en el mercado alimentario, sin embargo donde más se ha utilizado hasta el momento ha sido en la industria cosmética por sus propiedades como regenerador de la elasticidad, equilibrio y suavidad de la piel, y su capacidad para regular la secreción sebácea, desbloqueando los poros e hidratando la piel. Pero el interés por este producto va más allá. En una investigación realizada en 2013 por la Estación Fitopatológica de Areeiro (Pontevedra), en la que se estudiaron diferentes bioactividades del aceite de distintas especies de camelia, se comprobó que tiene capacidad antioxidante y antimicrobiana. La idea de este estudio se basó en publicaciones en China, donde la composición y la bioactividad del aceite de camelia se han investigado desde finales del siglo XX. De hecho, existen publicaciones que demuestran que el contenido de escualeno y flavonoides le confiere funciones antiinflamatorias, antioxidantes e incluso anticancerígenas, además de prevenir enfermedades coronarias por su composición lipídica rica en ácidos grasos insaturados como los mencionados anteriormente. Dada la importancia que tanto el té como el aceite de camelia pueden generar por sus características y teniendo en cuenta la presencia de esta planta en Galicia y todo lo que queda por estudiar en torno a ella, se ha desarrollado un proyecto de investigación entre la Estación Fitopatolóxica Areeiro (centro de investigación de la Diputación Provincial de Pontevedra) y la Universidad de Vigo