La música como vehículo de formación ética en los jóvenes

Resumen

La omnipotencia y la omnipresencia de la música en nuestras vidas es un hecho sin precedentes dentro de un nuevo paradigma emergente. La música, en todas sus variantes, puede considerarse una herramienta facilitadora para la formación en valores de las personas desde edades tempranas y para satisfacer necesidades básicas sociales, emocionales y evolutivas. Por otra parte, la importancia dada al inglés como lengua extranjera y la influencia de la música en inglés en las listas musicales más importantes parece generar distancia social entre los estudiantes, un hecho que puede llevar a una mejora de los valores. Después de todo, la música refleja valores de la sociedad, creados de necesidades con el propósito de establecer una serie de normas y actitudes que representan a cada generación y que las guía a través de emociones, comportamiento y acciones tanto a nivel personal como de grupo social. Hoy en día, la rápida era tecnológica ha contribuido, en parte, al cambio de necesidades superficiales basadas en la satisfacción inmediata, y por lo tanto, ha generado una crisis de valores éticos a nivel global. Un claro ejemplo viene dado por las letras musicales con lenguaje explícito que refleja estados de ánimo, actitudes y comportamiento que difieren, en gran medida, de los de generaciones pasadas. Sin embargo, el impacto de la música no puede ser infravalorado, ya que puede convertirse en un instrumento muy útil para la promoción de valores personales, familiares, medioambientales y trascendentales que, sin duda, mejorarán las relaciones de todo tipo. ¿Puede la música convertirse en la herramienta ética definitiva para la formación de los jóvenes? Con la intención de medir el impacto de las letras musicales en los valores del ser humano y posteriores actitudes, activación de normas y comportamiento, y de promocionar la música como herramienta educativa, un cuestionario basado en la escala de Likert, completado por 279 estudiantes universitarios, y el uso del modelo de ecuaciones estructurales (SEM-PLS) para el análisis de datos resultantes, demostraron el poder incalculable de la música para fomentar diferentes valores éticos.