Evaluación de la función ejecutiva como factor pronóstico en pacientes con dependencia de alcohol que inician tratamiento ambulatorio.
- Villa Díez, Rocío
- Pilar Alejandra Saiz Martínez Director
- Julio Bobes García Director
Universidade de defensa: Universidad de Oviedo
Fecha de defensa: 14 de marzo de 2021
- Jorge Cipriano Díaz Suárez Presidente/a
- Leticia García Alvarez Vogal
- Juan José Fernández Miranda Vogal
- Pilar Sierra San Miguel Vogal
- Lucas Giner Vogal
Tipo: Tese
Resumo
EI consumo de alcohol es el tercer factor de riesgo prevenible para la salud, tras el consumo de tabaco y la hipertensión arterial. El trastorno por consumo de alcohol (TCA) se caracteriza por la pérdida de control en lo que a la ingesta de alcohol se refiere, lo que se relaciona con alteraciones en el funcionamiento de las estructuras cerebrales que regulan la motivación, el aprendizaje, la memoria, la atención y la función ejecutiva. Numerosas investigaciones ponen de manifiesto que déficits en la función cognitiva podrían estar asociados a la pérdida de control que define a la adicción al alcohol y, a su vez, el consumo abusivo de alcohol produciría daños estructurales a nivel cerebral y con ello provocaría déficits a nivel cognitivo. A pesar de estas evidencias, son escasas las investigaciones que evalúan la función cognitiva en relación con la evolución del consumo. No existiendo estudios que comparen distintos dominios cognitivos de forma simultánea en muestras suficientemente amplias y de forma longitudinal. Por dichos motivos, se propone esta investigación, en la que se evalúa, a corto plazo (6 meses) y de modo prospectivo la evolución de la función cognitiva en una cohorte de pacientes con TCA. Para ello, se establecieron los siguientes objetivos: i) determinar el grado de deterioro cognitivo que presentan los pacientes que demandan tratamiento de deshabituación ambulatoria por TCA y comparar su nivel de funcionamiento cognitivo con controles sanos; ii) investigar la evolución del deterioro cognitivo que presentan los pacientes con TCA tras 6 meses de tratamiento ambulatorio; iii) evaluar la memoria y el aprendizaje verbal en una muestra de pacientes con TCA en comparación con pacientes con trastorno de depresión mayor (TDM) y controles sanos. Para abordar los objetivos propuestos se diseñó un estudio multicéntrico, observacional, transversal (estudio caso-control) y longitudinal prospectivo a 6 meses de seguimiento. La muestra basal incluyó 111 pacientes con TCA activo en el momento del reclutamiento (sin otras comorbilidades excepto el consumo de tabaco) y 100 controles sanos. A lo largo del seguimiento se perdieron 11 pacientes con TCA. Para abordar el tercer objetivo, se incluyó una muestra de 78 pacientes con TDM (sin otras comorbilidades psiquiátricas a excepción del consumo de tabaco). Todos los participantes firmaron el correspondiente consentimiento informado de aceptación a participar en el estudio y se respetaron en todo momento los aspectos éticos establecidos en la legislación vigente. Se llevaron a cabo 2 evaluaciones (basal y a los 6 meses) en las que se incluyeron datos sociodemográficos, clínicos (incluyendo determinaciones biológicas) y una batería de pruebas neuropsicológicas. El estudio demostró que los pacientes con TCA moderado o grave que inician tratamiento ambulatorio de deshabituación alcohólica presentan un mayor deterioro cognitivo que las personas sanas. Dicho deterioro se caracteriza, fundamentalmente, por una mayor afectación de su capacidad de atención, velocidad de procesamiento, memoria anterógrada, memoria de trabajo y función ejecutiva. Además, dicho deterioro cognitivo se relaciona, entre otros, con una mayor probabilidad de no tener pareja, vivir solo, no estar laboralmente activo, un mayor tiempo en situación de dependencia al alcohol, un mayor consumo de alcohol/día y un mayor nivel de impulsividad. Tras seis meses de tratamiento, la memoria anterógrada, la memoria de trabajo y la resistencia a la interferencia de los pacientes con TCA mejoran de forma significativa. Cabe señalar, que los resultados obtenidos en el cuestionario sobre los componentes obsesivo-compulsivos de la bebida tienen una mayor utilidad predictiva para determinar la asociación entre el consumo de alcohol y la evolución de la función cognitiva que los parámetros analíticos (GGT y MCV) y el número de unidad de bebida estándar (UBEs) consumidas durante el último mes. Además, los datos muestran una tendencia hacia una mejora cognitiva, relacionada con una reducción en el consumo de alcohol y la impulsividad, siendo las funciones cognitivas más beneficiadas la función ejecutiva, la fluidez verbal y la memoria de trabajo. Finalmente, se comprobó que los pacientes con TCA presentan una importante alteración en la memoria y el aprendizaje verbal al compararlos con pacientes con TDM y controles sanos.