Los derechos humanos y la democracia como hoja de ruta frente a los extremismos

Laburpena

Han pasado más de tres décadas desde que las revoluciones arrasaron Europa del Este, Alemania se reunificó, los países bálticos restablecieron su independencia y la Unión Soviética se desintegró. En 1992 parecía que el conflicto Este-Oeste había llegado a su fin con un auténtico espíritu de cooperación. La bipolaridad antagónica había dado paso a un nuevo orden mundial. En 2023 estamos en un mundo más fragmentado, con nuevas tensiones sociales y políticas y con nuevos dirigentes que buscan cambiar los consensos anteriormente establecidos. Las posturas extremistas se normalizan, haciendo necesaria una visión crítica de la calidad de los sistemas políticos contemporáneos y poniendo en valor la perspectiva de los Derechos Humanos, del deber de palabra y deber de memoria, para no olvidar las crisis de los albores del siglo XX con tan elevado número de víctimas. La democracia genuina ha de propiciar los grandes intentos de encuentro, conciliación, cercanía y alianza, como único contexto para los derechos humanos, la participación ciudadana, la cohesión social y la paz.