La influencia de la estética del videoclip en las artes escénicasTomaz Pandur, Thomas Ostermeier y Falk Richter
- Eduardo Blázquez Mateos Director/a
Universidad de defensa: Universidad Rey Juan Carlos
Fecha de defensa: 23 de junio de 2017
- Antonio Chicharro Chamorro Presidente/a
- Agustín Martínez Peláez Secretario/a
- Julio Vélez Sainz Vocal
- Pedro Ojeda Escudero Vocal
- Juan Peruarena Arregui Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
En esta investigación analizamos la influencia que ha tenido el fenómeno videoclip sobre la escenificaciones de los creadores elegidos, a saber, Tomaz Pandur, Thomas Ostermeier y Falk Richter, en los espectáculos concretos aquí estudiados. El videoclip es un fenómeno que llega a un amplio espectro de público y que ha calado muy hondo en la sociedad, tanto por su estética como por su capacidad de venta del producto, venta que va más allá de la música y engloba todo tipo de elementos relacionados con el grupo o artista musical; este fenómeno es estudiado por la musicología, la sociología, el marketing y el audiovisual, pero no se estudia por las artes escénicas, donde encontramos creadores contemporáneos, educados en este lenguaje, que toman para sus espectáculos muchas de las herramientas que tienen su origen en esta estética del videoclip. Sin querer ahora ahondar en estas características, que más adelante ocuparán un espacio propio en nuestra investigación, mencionaremos, por ejemplo, la inclusión de audiovisuales y música electrónica como parte fundamental de la escenificación, o la creación de espectáculos totalmente partiturizados en relación música y movimiento actoral, creando un “largo videoclip” sobre el escenario. En nuestro caso concreto, trabajamos sobre los siguiente espectáculos: Onehundred minutes (2004) y La caída de los dioses (2011) de Tomaz Pandur, Hamlet (2008) y Richard III (2015) de Thomas Ostermeier y For The disconnected child (2013) y Never Forever (2015) de Falk Richter, aunque en nuestros análisis solo plasmemos el primero de los citados de cada director, por motivos de operatividad y para evitar monótonas repeticiones. En los tres casos se trata de directores europeos, representantes de un teatro con pro- puestas reconocidas internacionalmente, con espectáculos que llevan muchos años de gira, un gran número de espectadores y gran impacto en prensa.