La educación para el desarrollo sostenible como oportunidad de aprendizaje de menores en contextos vulnerables. El papel de las entidades sociales en la educación inclusiva y la atención a la diversidad
- Silvia Carrascal Domínguez Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad Camilo José Cela
Fecha de defensa: 2021(e)ko abendua-(a)k 03
- Teresa de Dios Alija Presidentea
- Ángel Luis González Olivares Idazkaria
- Noemy Martín Sanz Kidea
- Juana María Anguita Acero Kidea
- Óscar Navarro Martínez Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
La educación es una herramienta necesaria para transformar el futuro y salir de la pobreza, todos somos conscientes de su importancia y del gran poder que ejerce en nuestro desarrollo. En el contexto actual, donde todo está interconectado, la educación ha sufrido grandes cambios y se ha vuelto a centrar en su esencia: ofrecer la ayuda para que desarrollen sus habilidades personales y que puedan ser más felices mediante su plena formación personal y profesional. El nuevo marco internacional planteado por las Naciones Unidas a través de sus objetivos de desarrollo sostenible quiere empoderar a los ciudadanos para que estos asuman su protagonismo en la construcción de ciudades más justas. Una hoja de ruta que, actualmente, permite incluir a todas las personas en el progreso de una manera integral y transversal. Tal y como demuestra el informe Condiciones de vida 2020 —elaborado por el Instituto Nacional de Estadística— el 30,1% de los menores españoles tienen cada vez más riesgo de caer en la pobreza o la exclusión; de hecho, esta tasa ha aumentado 1,3 puntos con respecto al año anterior. Para poder cambiar esta tendencia, es imprescindible conocer la efectividad de las herramientas que se están empleando en la educación no formal (INE, 2020). Cabe destacar, también, que la tasa AROPE —indicador de referencia en Europa que combina la dimensión monetaria y material para medir la pobreza— señaló en 2020 que el 27,4% de los menores en España están en riesgo de pobreza, lo que demuestra que esta realidad afecta a muchos menores. En la presente investigación se ha profundizado en la necesidad de poner en valor la educación para el desarrollo sostenible, un catalizador clave de los 17 objetivos de desarrollo sostenible que conforma la Agenda 2030. Se ha realizado un estudio empírico para conocer el efecto de los programas de intervención socioeducativa en los menores que viven en barrios vulnerables. Estos centros —que basan su metodología en la educación para el desarrollo sostenible— llevan a cabo programas en los que participan menores en riesgo de pobreza, atendiendo a diversos indicadores. Se ha realizado una estrategia de razonamiento lógico, basada en el método deductivo, que parte de las propuestas de las Naciones Unidas hasta llegar a las formas de aplicar los programas de educación para el desarrollo sostenible en las entidades sociales que intervienen con menores en el distrito Puente de Vallecas de Madrid. En primer lugar, se ha efectuado un recorrido histórico para entender la evolución y el desarrollo de la educación hasta la llegada del plan de acción de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. De este modo, se ha presentado un cronograma que refleja el camino recorrido por las Naciones Unidas y la comunidad internacional para llegar a la educación para el desarrollo sostenible. En esta línea se han examinado la Agenda post 2015, las conferencias, las cumbres y los decenios internacionales, ya que fueron eventos decisivos para la aprobación de los ODS. Se han analizado 262 documentos oficiales de las Naciones Unidas, así como sus diferentes programas, lo que demuestra el ingente volumen de documentación que se ha publicado sobre el tema. Una vez entendido el contexto histórico, se ha estudiado el ODS 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos. La educación, además de un derecho humano, es clave para conseguir el desarrollo sostenible propuesto, ya que todos los objetivos están interconectados y se necesitan los unos a los otros para conseguir su meta. En este contexto ha sido necesario analizar el papel que han desempeñado la UNESCO —como un organismo especializado de las Naciones Unidas que lidera y coordina el camino de la educación— y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo —como red mundial de las Naciones Unidas para el desarrollo que apoya a los gobiernos para conseguir todas las metas marcadas por los objetivos de desarrollo sostenible. Para conocer la situación mundial de la educación se han examinado los informes de seguimiento de educación en el mundo desde el año 2000 hasta 2020 y se ha profundizado en el movimiento mundial Educación para Todos. Una vez entendido el problema, se ha presentado el término educación para el desarrollo sostenible y se ha ahondado en su desarrollo y evolución. Se ha procedido a analizar el concepto educación para el desarrollo sostenible en de manera exhaustiva, ya que este análisis es la base sobre la que se ha fundamentado el desarrollo del estudio empírico. Se ha desgranado dicho objetivo, así como cada una de las metas que este promueve, para concluir las diferentes dimensiones por las que está formada. Por último, para cerrar el marco teórico se ha estudiado la educación no formal y el papel que desempeña en la Agenda 2030. Para lograrlo se han examinado diferentes documentos de las Naciones Unidas, de la Unión Europea y de España. Una vez que se ha comprendido la situación actual de la educación no formal, se ha analizado cómo afecta a las entidades sociales, los colegios, los servicios sociales y los educadores sociales, atendiendo a las opiniones de sus fundadores y trabajadores. Terminado el marco teórico, se ha desarrollado el marco empírico, donde se han realizado tres estudios: la creación del instrumento de medida, la consecución del aprendizaje de la educación para el desarrollo sostenible y el análisis cualitativo de los profesionales. El objetivo general de esta tesis es conocer el efecto de la educación para el desarrollo sostenible propuesta por las entidades sociales que intervienen con menores en contextos vulnerables. La hipótesis planteada es que la educación no formal tiene un efecto positivo en el cumplimiento de la educación inclusiva y la atención a la diversidad propuestas por Naciones Unidas en su Agenda 2030. Para conseguir este objetivo se ha utilizado una metodología mixta y se han realizado diferentes estudios empíricos: un primer estudio de diseño y validación de una herramienta cuyo objetivo es conocer la aportación de las entidades sociales de educación no formal a la educación para el desarrollo sostenible; un segundo estudio donde se han analizado los resultados respecto de la consecución de la meta en las entidades sociales del barrio de Entrevías; y un tercer estudio donde se ha desarrollado el papel que desempeñan los agentes sociales en el aprendizaje y en la educación inclusiva. El primer estudio realizado quiere ofrecer un instrumento de medida. El fin es la elaboración y la validación de una escala que evalúe la integración de la educación para el desarrollo sostenible; también el objetivo general de este estudio. Los objetivos específicos son el diseño del instrumento de medida, el estudio de la validez de contenidos, el estudio de validez aparente, el estudio de la fiabilidad y el estudio de validez factorial. Para conseguir dichos objetivos, se ha diseñado el instrumento de medida teniendo presente el constructo desarrollado en el marco teórico. La herramienta fue analizada por un comité de expertos, formado por once personas referentes en el sector educativo, lo que se conoce por estudio de validez de contenidos. Posteriormente, se realizó el estudio de validez aparente para conocer la utilidad del instrumento creado; para ello, se les pasó el cuestionario a doce menores con características similares al grupo de participantes en la investigación. Para terminar este primer estudio, se realizaron los correspondientes análisis de fiabilidad y validez, entendiendo por fiabilidad la manera en que la herramienta mide con precisión, exactitud y consistencia. El análisis factorial exploratorio ha servido para explorar el conjunto de variables latentes. Y el confirmatorio, para corroborar los resultados. En el segundo estudio se ha examinado el efecto en el aprendizaje de la educación para el desarrollo sostenible en los contextos vulnerables. Este estudio tiene como objeto estudiar si, desde las entidades de educación no formal, se contribuye a la educación para el desarrollo sostenible. Los objetivos específicos son conocer si existen diferencias significativas en el grado de cumplimiento de la educación para el desarrollo sostenible entre los centros de educación formal y no formal, conocer qué variables de los menores influyen en este aprendizaje y averiguar el grado de cumplimiento de la educación inclusiva y la atención a la diversidad. Se ha querido poner en valor el trabajo de las entidades sociales que intervienen con menores, conocer su implicación en la consecución de los objetivos de desarrollo sostenible y saber si los menores que participan en estas asociaciones tienen integrado el concepto de la educación para el desarrollo sostenible. En este segundo estudio se ha utilizado una metodología cuantitativa de investigación que parte del diseño y elaboración del concepto educación para el desarrollo sostenible. Se ha seguido el método científico hipotético-deductivo que parte de la observación, seguido de la formulación de la hipótesis, deducción de las consecuencias, acopio de información y procesamiento/análisis de datos. Los participantes de la investigación lo conforman dos grupos. El grupo de alumnos de educación reglada —que se ha utilizado a modo de grupo control— lo han formado 78 menores: de los cuales, 29 estudiaban en un colegio público de la zona geográfica en la que se usó la herramienta (colegio 1), y 49 menores acudían a un colegio concertado de fuera del entorno (colegio 2). Los centros elegidos han querido seleccionar menores con unas características similares a los menores que participan en las asociaciones. El grupo dos lo han formado 116 menores que participan de la educación no formal; todos de la ciudad de Madrid del distrito 13, Puente de Vallecas, Barrio, 131, se llama barrio de Entrevías. Se ha seleccionado este barrio por su necesidad de mejorar los datos sobre educación, la gran diversidad cultural, la importancia de promover un aprendizaje inclusivo y por ser el distrito con un porcentaje mayor de menores de 0 a los 15 años (Informe del Padrón Municipal de Habitantes de la Ciudad de Madrid a 1 de julio de 2020). Según el Instituto Nacional de Estadística, en su informe Atlas de distribución de la renta de los hogares, la población que vive en esta zona pertenece al 35% de las personas más pobres de España. Otro de los datos que ayudan a entender la realidad social y el entorno donde se ha desarrollado la investigación es que es el barrio con la renta media más baja de Madrid: 17.429€ (INE, 2017). En la zona geográfica donde se ha realizado el trabajo de campo hay una tasa de abandono escolar del 25%, donde doce centros educativos de enseñanza formal tienen la denominación de «difícil desempeño». Según datos de 2020 del Ayuntamiento de Madrid, el 30% de las familias chabolistas vive en Vallecas; la edad media en Entrevías es de 43,16; un 17,47% de los habitantes de este barrio son extranjeros; un 20% han nacido fuera de España; la tasa absoluta de paro en Entrevías es del 14,22%; el tamaño medio del hogar es 2,69; hay 3.535 personas que viven en hogares con dos personas; y 1.904 hogares con dos adultos. Si atendemos a los países de origen de las personas que viven en el distrito 13, Rumania cuenta con 4.745 habitantes; y Venezuela, China, Honduras, Perú, Marruecos, Ecuador y Colombia con 3.022 habitantes (Ayuntamiento de Madrid, 2021). Que este distrito sea una de las zonas de Madrid con un mayor índice de juventud (77,36%) y con una alta población de menores entre 10 y 14 años demuestra que es un excelente campo de acción para conocer qué se hace en cuanto a la educación inclusiva y su aprendizaje. En el tercer y último estudio se ha analizado cualitativamente el papel de los agentes sociales en la educación para el desarrollo sostenible. Los objetivos específicos son conocer el rol que desempeñan los profesionales para la implementación de la educación para el desarrollo sostenible, y contrastar y profundizar en el significado de los datos obtenidos en el análisis cuantitativo. Para ello, se realizaron dieciocho entrevistas, semiestructuradas, entre el año 2017 y 2021, unos encuentros que fueron grabados y transcritos para su posterior análisis cualitativo. Tras finalizar los diferentes estudios y examinar los resultados, se ha concluido que los menores en contextos vulnerables que participan en programas de intervención socioeducativa poseen un mayor conocimiento de la educación para el desarrollo sostenible y lo han integrado mejor que otros menores que no participan en estos programas.