Gabriel Casaccia y Areguaespacio e identidad
- Javier de Navascués Martín Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad de Navarra
Fecha de defensa: 2006(e)ko maiatza-(a)k 17
- María Caballero Wangüemert Presidentea
- Gabriel Insausti Herrero-Velarde Idazkaria
- Juan Bosco Amores Carredano Kidea
- Francisco Tovar Blanco Kidea
- Francisca Noguerol Jiménez Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
Titulo: GABRIEL CASACCIA Y AREGUA: ESPACIO E IDENTIDAD RESUMEN: El trabajo Gabriel Casaccia y Areguá: espacio e identidad, accede al tema de la identidad a través del análisis espacial de las novelas cuya trama sitúa el autor paraguayo en la villa de Areguá. Estas son La babosa (1952), La llaga (1964), Los herederos (1975) y Los Huertas (1981). La babosa es la primera de las novelas paraguayas que atrae la atención internacional. Roa Bastos otorga a su autor el mérito de ser el fundador de la narrativa paraguaya, y otros críticos insisten en que, al romper con una literatura considerada como anacrónica e idealizadora, Casaccia actualiza las letras paraguayas, incorporándolas a la modernidad. La redacción de estas novelas tiene lugar durante la estancia del escritor en Argentina, país en el que reside desde 1935. La distancia espacio-temporal con la realidad objeto de las tramas sugiere el papel preponderante de la memoria en la configuración del universo literario. Bachelard y Durand han recordado que el ejercicio de la memoria anula el decurso temporal y recupera vivencias vinculadas a «espacios de la estabilidad del ser». De ahí que en la ruptura casacciana la reflexión acerca de la realidad nacional y de su identidad suscite la confrontación con el espacio que la memoria alberga: no sólo con el real, percibido e interiorizado por el propio autor, sino también con el literario configurado por la tradición. La atención a la categoría espacial en el seno de una lectura crítica exige contar con un aparato teórico general que le confiera el rigor necesario. De ahí que el estudio comience con un recuento de las principales aportaciones a la teoría del espacio narrativo y que considere dos como fundamentales: a) la consideración del espacio como elemento dinámico en relación con los demás componentes del texto, de manera especial con el tiempo y con el punto de vista del narrador y del personaje; b) la configuración espacial de un texto o grupo de textos adquiere su significación en el seno de una cultura que ha elaborado su propia imagen del mundo sobre la base de su particular modelo histórico y lingüístico del espacio. Antes de abordar el análisis espacial, se dedican dos capítulos a la descripción del contexto histórico-literario. El primero repasa una serie de fenómenos que han marcado profundamente la identidad paraguaya: el aislamiento, la antinomia civilización/barbarie, la peculiar relación entre varón y mujer, y el retraso cultural que, en el ámbito de la literatura, permite calificar a ésta como débil y anacrónica. El segundo capítulo estudia un proceso que, en la literatura anterior a La babosa, idealiza y exalta el espacio de la nación. Una vez planteadas estas premisas, se procede al análisis del espacio en las novelas aregüeñas a partir de La babosa. Frente a la visión armónica de la literatura anterior, las novelas de Casaccia plantean lo problemático de la inserción del hombre en su contorno. De ahí el lugar preponderante que se concede a la mirada. El habitar de los protagonistas en la villa cercana a Asunción aparece desde el primer momento como forma de posesión traumática del contorno, tal como plantea Aínsa en Identidad cultural de Iberoamérica en su narrativa. De esta manera, la visión espacial propuesta por Casaccia supone una ruptura con la que hasta ese momento había sido la tradición literaria del Paraguay, hecho que, sin duda, supone uno de los rasgos fundamentales de la modernización de la narrativa paraguaya