El concepto de representación en Sigmund Freud. Un punto de partida para la comprensión de lo inconsciente

  1. Crespo Arriola, María Fernanda
Dirixida por:
  1. Alejandro Llano Cifuentes Director

Universidade de defensa: Universidad de Navarra

Fecha de defensa: 12 de decembro de 2015

Tribunal:
  1. Lourdes Flamarique Zaratiegui Presidente/a
  2. Alfonso Osorio de Rebellón Yohn Secretario/a
  3. Claudia Patricia Carbonell Fernandez Vogal
  4. David González Ginocchio Vogal
  5. Francisco Rodríguez Valls Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 120559 DIALNET

Resumo

El objetivo de esta tesis es hacer explícito el presupuesto epistemológico del que parte la teoría freudiana, a saber, que lo real psíquico es cognoscible solo en sus representaciones y, por consiguiente, enfatizar la importancia que adquiere el concepto de representación dentro del empeño teórico freudiano; especialmente, en lo que refiere a su planteamiento de lo inconsciente. De esta forma, también será tarea del presente trabajo señalar que la teoría psicoanalítica no debe entenderse como una mera apuesta por la energética y el instinto (mucho menos como una mera apuesta especulativa y metapsicológica), sino, más bien, como una propuesta más refinada en la que la vida pulsional inconsciente se presenta, necesariamente, atravesada por la mediación; es decir, como cierta forma de representación o figuración pre-lingüística, susceptible de ser articulada y comprendida mediante una estructura discursiva. El primer capítulo propone una nueva ruta comprensiva en torno al tan discutido problema de la aspiración científica de Freud y pretende mostrar que el psicoanálisis es, ante todo, una teoría fenomenológica; la cual, desdoblada hacia la realidad del psiquismo, sugiere un mundo interno inconsciente y únicamente cognoscible en sus representaciones. Las figuras de Kant y Brentano (profesor de Freud durante sus estudios de medicina) aparecen, en este sentido, como dos importantes influencias sobre la actitud científica de Freud. En el segundo capítulo, esta noción epistemológica aparece encarnada en una teoría del síntoma y en la concepción de un dinamismo psíquico que, aunque motivado por desplazamientos de energía psíquica, es conceptualizado por Freud en términos de una dinámica de representaciones; misma que, como puede verse expresamente en fenómenos como la histeria, la hipnosis y la sugestión, puede ser conocida o desconocida (consciente o inconsciente) por el sujeto que la presenta. Sirva, entonces, este capítulo para confirmar la importante presencia del concepto de representación en la dinámica psíquica planteada por el autor. Memoria y percepción, energética y hermenéutica, cantidad y representación, conforman el engranaje completo de una teoría psicoanalítica que es fundamentalmente económica, pero que, a la vez, es necesariamente simbólica. Esta problemática es abordada en el tercer capítulo; subrayando entonces que, para Freud, la realidad psíquica nunca es mera energética, sino siempre energía presentada, facilitada, hecha huella. Dicho esto, el cuarto y último capítulo permite vislumbrar las particularidades de lo que aquí se denominará una ¿teoría de la representación¿ en Freud, y en la que, por ejemplo, destacan conceptos como los de representación-palabra y representación-cosa; así como una diferenciación entre las nociones de Vorstellung y Repräsentanz, que son fundamentales para comprender la teoría de la psique freudiana. Finalmente, la pulsión, lo inconsciente y el lenguaje aparecen como algunos de los elementos de la teoría freudiana que logran ser clarificados gracias a la comprensión del concepto de representación en Freud.