Contextualización de los centros de formación profesional en su entornoretos y oportunidades en la sociedad del conocimiento
- Juan Antonio Morales Lozano Doktorvater/Doktormutter
Universität der Verteidigung: Universidad de Sevilla
Fecha de defensa: 16 von September von 2015
- José Tejada Fernández Präsident/in
- Julio Manuel Barroso Osuna Sekretär/in
- José María Fernández Batanero Vocal
- Fernando Marhuenda Fluixà Vocal
- Catarina Almeida Tomás Vocal
Art: Dissertation
Zusammenfassung
La sociedad de la información y del conocimiento plantea retos al ámbito educativo (Cantón, Valle, Arias, Baelo & Cañón, 2010), para formar individuos capacitados y con miras a un mundo sociolaboral cada vez más inestable (Homs, 2008). Esta situación lleva a plantear la creación de nuevos escenarios (Cabero, 2008), en los que el individuo pueda formarse y adquirir competencias profesionales acordes al puesto de trabajo y competencias para ejercer una ciudadanía activa (Tejada, 2013); así como contribuir al capital social y humano de sus comunidades de pertenencia (Azqueta, Gavaldón & Margalef, 2007). Bajo este prisma, las instituciones políticas, sociales y educativas deben establecer lazos para colaborar y trabajar en equipo (Martín-Gutiérrez & Morales-Lozano, 2013a). Así se manifiesta la importancia de la colaboración educativa con el entorno como elemento de transformación social y cambio para el desarrollo de las organizaciones, y para el rendimiento de los individuos vinculados a ellas (Katz & Earl, 2010; Mfum-Mensah, 2011). La Formación Profesional (FP), es una propuesta formativa que ha sabido adecuarse a la sociedad de hoy, actuando como motor de innovación y mejora social (Marhuenda, 2012), ya que responde a las exigencias del mercado, pero también se ajusta a las necesidades e intereses personales del individuo (Real Decreto 1147/2011). Como reflejo de la complejidad educativa-social actual y de los objetivos propuestos en este trabajo, esta investigación opta por un paradigma mixto (Najmanovich, 2005). Por ello se utilizan metodologías complementarias (cuantitativa-cualitativa) (Albert, 2007). En este sentido, mediante el uso de un cuestionario validado por su contenido (Powell, 2003) y su construcción (Bisquerra, 2004) y fiable (García, 2003); con un nivel de confianza del 95% y un error del 5% se obtiene, un tamaño muestral teórico de 193 Centros educativos de FP de Andalucía de una población total de 383, para conocer desde una perspectiva educativa, las relaciones de colaboración con el entorno que mantienen los centros, bajo la perspectiva de los miembros del equipo directivo. De forma complementaria, se realiza un estudio de caso (Yin, 1994) en un centro de FP de Sevilla, con objeto de realizar una aproximación a la naturaleza de las relaciones, mediante la información recopilada de las entrevistas (López-Górriz, 2003), documentos (Tójar, 2006) y grupo de discusión (Parrilla, 1990). Los resultados muestran que los miembros de los equipos directivos de los centros de FP, son conscientes de la importancia que conlleva el establecimiento de las relaciones de colaboración tanto para el alumnado, como para los implicados del centro y del entorno (Martín-Moreno, 2004). De esta manera, estos equipos articulan y potencian mecanismos para innovar y avanzar en la consecución y formalización de las relaciones en el Plan de Centro y en los convenios de colaboración (Hernández, 2000). Fundamentalmente establecen relación con las empresas (públicas-privadas) del entorno socioeconómico (Nkhangweleni, 2013). Sin embargo, a pesar de la vinculación directa del alumnado que cursa la FP con el sector productivo y del deseo de los centros, se resalta la baja implicación de los sindicatos, agentes sociales (Napier, 2014) y los servicios de orientación y empleo de ámbito local, autonómico y nacional (Cueto & Suárez, 2014). Como consecuencia de los mecanismos puestos en marcha, destacan la mejora de competencias del alumnado en el mercado laboral, y la creación de puentes entre la formación del alumnado y las realidades profesionales (Felgueroso & Jiménez-Martín, 2010). Por lo que creen necesario acceder a políticas específicas que apoyen las iniciativas colaborativas (Nkhangweleni, 2013), organizar encuentros de buenas prácticas y contar con el apoyo de las TIC (Gordó, 2010). Derivado de las diferencias significativas encontradas en las respuestas de los equipos directivos de los centros, se identifican y describen posibles modelos de centros de FP en función de las características de las relaciones de colaboración: centros administrativos (A), centros iniciados (B), centros formalizados (C) y centros entramados (D). El modelo de FP más predominante en Andalucía y Sevilla es el modelo de centros A, seguido del C, B y D. Para finalizar, los resultados y análisis conducen a afirmar que la mayoría de los centros de FP se encuentran iniciando una exploración con respecto a las posibilidades de la colaboración con el entorno, seguidos de algunos que tienen identidad colaboradora, es decir sus relaciones forman parte de la dinámica organizativa del propio centro. En este sentido sus miembros desean seguir avanzando para consolidar una cultura de colaboración que fortifique e impulse la enseñanza de FP y el desarrollo profesional y personal del alumnado. Por este motivo, este trabajo en sus conclusiones propone pautas y recursos para potenciar la colaboración y las redes de aprendizaje, entre los centros de FP y sus comunidades/organizaciones de referencia formativa a nivel macro (Gobierno y Administración) y a nivel micro (Centros Educativos e instituciones del entorno).