Sobre la posibilidad de establecer un discurso del concepto trascendental bajo el instrumento de la analogíaun análisis propedéutico
- José Manuel Chillón Lorenzo Director/a
- Alfredo Marcos Martínez Codirector/a
Universidad de defensa: Universidad de Valladolid
Fecha de defensa: 12 de noviembre de 2021
- Sixto José Castro Rodríguez Presidente/a
- Ignacio García Peña Secretario/a
- Manuel Lázaro Pulido Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El objetivo de la presente investigación es establecer la posibilidad de que pueda darse una suerte de «lógica del concepto trascendental». Esto es: que pueda darse un uso lógico y discursivo sobre un tipo de conceptos que se caracteriza por la extensión e intensión así descritas. La posibilidad de esta «lógica» habrá de tener pues, un fundamento «próximo» en las propias exigencias del campo lógico y del tratamiento conceptual. Pero, igualmente, habrá de tener un fundamento «remoto» en la realidad misma: sobre algo que deberá de decir ese concepto y que por él será expresado. Pues algo «deberá ocurrirle a la estructura de lo real». para que nosotros al querer «decirlo» debamos de recurrir a un modo lógico particular, y a un instrumento igual de particular. De acuerdo con ello se establecen los siguientes objetivos: 1.- Establecer qué sea la analogía, su definición nominal y real. 2.- Analizar el papel de la analogía aristotélica en la configuración del saber metafísico. 3.- Justificar cuál es el modo de darse de lo real en tanto justificación de un «decir analógico» del mismo, e igualmente abordar la legitimidad de dicho decir como «decir humano de lo real». 4.- Analizar la posibilidad de que pueda darse una suerte de «proporción metafísica». 5.- Esclarecer el objeto y relación disciplinarias entre la lógica y la metafísica, para el posterior establecimiento y caracterización de una lógica del concepto trascendental. 6.- Analizar la pertenencia y relación disciplinaria que guarda la analogía con el saber lógico y metafísico. Justificar que la lógica del concepto trascendental es una lógica del concepto análogo. 7.- Explicar la caracterización de los conceptos trascendentales como conformadores de un «sistema ordenado analógicamente». 8.- Vislumbrar la formalidad propia del objeto formal del saber metafísico, así como la problemática en torno la caracterización del concepto de su objeto. 9.- Examinar la idiosincrasia propia del concepto trascendental como concepto análogo en las tres operaciones del entendimiento. Examinar igualmente si dicha idiosincrasia es capaz de escapar de la falacia de la equivocidad. El propio tratamiento de los objetivos descritos motiva que la composición de la investigación se configure de una manera «tripartita». Pues son tres las posibilidades que ha de enfrentar un tratamiento del concepto trascendental: I.- Posibilidad metafísica. II.- Posibilidad lógica. III.- Posibilidad semántica. De modo que la SECCIÓN PRIMERA abordará, por un lado, una caracterización general sobre la analogía, la definición e historia propia del vocablo. También se prestará una especial atención a la figura de ARISTÓTELES y a la caracterización que de la analogía hizo él mismo en su sistema de pensamiento, con atención a sus consecuencias en el ámbito metafísico. Y, sobre todo, con especial interés en el polémico debate sobre la existencia o no de una analogia entis en su obra. Después, nos adentraremos en el modo en que lo real se «da» en su aparente consideración de contrariedad entre lo uno y lo múltiple, y en cómo la analogía puede presentarse como un correlato lógico «deseable» para «decir y expresar» dicha alternancia entre lo mismo y lo diverso. También habrá de entreverse cuáles son los presupuestos ontológicos mismos, ya no del decir analógico, sino del decir y pensar humanos sobre lo real mismo. Finalmente, se considerará qué tipo de relación ha de establecer el pensamiento, el razonamiento y el concepto analógico cuando ha de vérselas con el tratamiento del ente en cuanto ente: ¿puede darse una suerte de «proporción metafísica» entre los elementos de lo real que se configure como base de la analogía trascendental? ¿De qué clase es y en qué consiste dicha proporción? En la SECCIÓN SEGUNDA nuestra atención quedará fijada en la posibilidad lógica de un tratamiento «analógico» del concepto trascendental. Para ello, ante todo, comenzaremos examinando cuál es la objetualidad propia del saber lógico en conexión con la objetualidad propia del saber metafísico. Sólo resolviendo tal «problemática relación» podrá vislumbrarse la posibilidad misma de que se dé legítimamente una «lógica del concepto trascendental». En un segundo momento preguntaremos por la posibilidad de que dicha lógica sea articulada «analógicamente». Para ello habremos de analizar la idiosincrasia propia del instrumento de la analogía, y su relación o pertenencia a las disciplinas lógica y metafísica. Desde ese análisis podrá establecerse que la lógica del concepto trascendental es una lógica del concepto análogo y asimilable, por tanto, a sus particularidades lógicas. También habremos de analizar cómo el propio sistema de los conceptos trascendentales es un sistema no sólo ordenado, sino ordenado analógicamente. Finalmente, en la SECCIÓN TERCERA abordaremos, primero, la problemática en torno al establecimiento formal del objeto propio de la metafísica. Sólo a la luz de este «establecimiento» se presentará en toda su dimensión la cuestión «semántica» del tratamiento del concepto trascendental en tanto análogo y las dificultades que advienen cuando atendemos al hecho de que un término, expresado a través de un concepto «análogo», posee significaciones en parte diversas y en parte idénticas de las distintas naturalezas significadas. El problema central se configurará a través de lo que se denomina como «la falacia de la equivocidad», es decir, ante el intento de evitar que dicho concepto análogo no devenga una quimera en nuestro discurso al deshacerse en una miríada de significados diferentes que no puedan articularse correctamente. Habrá de analizarse detalladamente cómo es posible que el concepto trascendental en tanto análogo pueda funcionar como tal concepto en la primera (abstracción), segunda (juicio) y tercera (razonamiento) operación del entendimiento, todo ello sin caer en la equivocidad del discurso.