Interpretación y oxímoron en la poesía de David Rosenmann-Taub
- Álvaro Salvador Jofre Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Granada
Fecha de defensa: 20 de junio de 2012
- Teodosio Fernández Presidente/a
- Ana Gallego Cuiñas Secretario/a
- Antonio Jiménez Millán Vocal
- Andrés Soria Olmedo Vocal
- Francisco José Díaz de Castro Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La figura retórica del oxímoron no se limita exclusivamente a su presencia de hecho en los textos de David Rosenmann-Taub, sino que es capaz d vertebrar más allá una poética que se mece entre dos posturas aparentemente antagónicas, a saber: la verdad derivada de la noción romántica de genio -el poeta como catalizador y custodia de un conocimiento intuitivo-, por una parte, y la constatación del vacío, de una visión nihilista y contingente del mundo, por la otra. Esta bipolaridad se resuelve, a su vez, a través de la puesta en marcha (y depauperización) de esa verdad en la ejecución misma del texto, en su carácter interpretativo. Es decir, desde el genio poético a la dimensión de la verdad como acto, como transmisión de esa verdad en el texto. Desde esta perpspectiva el trabajo de García Román aborda los distintos perfiles temáticos y constitutivos de la obra poética de David Rosenmann-Taub. 1) El hombre y la obra En el primer capítulo se aborda la relación del autor con el contexto literario inmediato y las afueras del texto no tanto desde un punto de vista académico, sino atendiendo a cómo la creación de una personalidad pública del artista (en una suerte de autoexilio) lleva consigo una determinada visión del arte en la que está inserta la idea de la poesía pura y la elección de un concepto romántico de la creación. 2) La utopía de la lengua perfecta Se aborda en este apartado el lugar recurrente de una lengua in statu nascendi como lugar predilecto e incontaminado de la poesía y cómo el compromiso del artista se ejecuta sobre un nivel presimbólico de la realidad que proyecta el mundo como posibilidad de realización y no como dato objetivo o ¿hecho¿. Un lenguaje infantil como traslación de un país inocente que corresponde exclusivamente al arte. 3) Hacia una poesía del conocimiento En el tercer capítulo se aborda la vocación cognoscitiva del lenguaje poético, con el objetivo de delimitar el alcance de un concepto estrictamente estético de la poesía. Y es que la obra de David Rosenmann-Taub se vehicula entre una concepción poética que huye la referencialidad, pero que, al mismo tiempo, exige al arte unos resultados y un contenido espiritual reconocible, como si de una ciencia exacta se tratase. 4) Sobre la imagen de Jesucristo en la poesía de David Rosenmann-Taub La imagen del Mesías cristiano en la poesía del poeta chileno no es solamente un tema, es también una metáfora del conocimiento mismo. Jesucristo en su calidad de acontecimiento es en el universo de Rosenmann-Taub un modelo de realización de la verdad en tanto en cuanto esa verdad no se halla prefijada en un lugar inamovible, sino que se efectúa en un movimiento de kenosis. Frente al modelo cognoscitivo del mito, propio de los textos veterotestamentarios, Jesucristo encarna el procedimiento de análisis y la capacidad interpretativa de la realidad-texto. 5) Nihilismo, nada, nihilidad En el capítulo cinco se atiende a uno de los lugares más recurrentes de la poesía de David Rosenmann-Taub: la idea de la nada y del vacío. Sin embargo, frente a un nihilismo aparente, la idea de nada no está al servicio de una actitud pesimista o existencial, sino que es deudora de la oposición heideggeriana entre ser y nada y de una visión del mundo que se conecta con el zen y otras doctrinas espirituales relacionadas con la vacuidad. 6) Símbolo y materia: Orfeo, la muerte, el arte. La nada puede relacionarse con un estado privilegiado de conciencia y un ¿autodespertar¿ del sujeto en un ¿más acá¿. Pero esa privilegiada relación con el medio se ejecuta a partir de la percepción a través del símbolo. La poesía de David Rosenmann-Taub busca establecer con la realidad una actitud de desvelamiento, pero ese desvelamiento ocurre solamente reconociendo la justa dimensión de lo simbólico en su encuentro con lo empírico. 7) Realidad como representación. Lo barroco. En el séptimo y penúltimo apartado del trabajo se presta atención al topos del tránsito entre ¿cuna y sepultura¿, al tiempo que se advierte lo barroco como un camino que habrá de desembocar en la percepción relativista del mundo como imagen, como representación que deshace el privilegio del sujeto-artista omnisciente en la fisicidad de lo simbólico y en la historicidad de la recepción. 8) Reescritura y evolución creativa En el último capítulo se muestra efectivamente la distancia entre la noción de poesía que el autor esboza en sus declaraciones y entrevistas y la que reproduce en la reescritura de sus propios textos. La trayectoria creativa del poeta demuestra avanzar a partir de un principio de adición de elementos en lugar de hacerlo a partir del prurito de exactitud y depuración que el poeta quiere hacer suyo.