Valoración de factores de riesgo para la mordida cruzada

  1. FERREIRO CALAVIA, JORGE
Zuzendaria:
  1. Alberto Carreño Alejandre Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad Alfonso X el Sabio

Fecha de defensa: 2014(e)ko urria-(a)k 29

Epaimahaia:
  1. Fernando de Jesús Franco Presidentea
  2. Jesús Mena Álvarez Idazkaria
  3. Enrique Pozuelo Pinilla Kidea
  4. Francisco Gasca Muñoz Kidea
  5. Javier García Fernández Kidea

Mota: Tesia

Teseo: 384896 DIALNET

Laburpena

Durante la etapa del crecimiento, alteraciones en la postura pueden comprometer la posición de la mandíbula, lo que provoca modificaciones en el crecimiento y desarrollo de los maxilares y las arcadas dentarias. La mordida cruzada puede estar causada en muchos casos por hábitos, que sostenidos en el tiempo crean una compresión lateral sobre los huesos maxilares, lo que provoca que crezca menos en anchura con respecto al lado contrario. Es durante la etapa de crecimiento donde estas estructuras masticatorias son menos rígidas y por tanto más susceptibles a factores externos, como aquellas fuerzas que pueden alterar la dirección de crecimiento mandibular y provocar una mordida cruzada. Entre los hábitos adquiridos durante la etapa de crecimiento podemos enumerar el hábito arrastrado desde la cuna de la posición prono, los hábitos de succión (Chupete o pulgar, y biberón). Se estima que la postura de dormir podría tener relación con la mordida cruzada. Así los pacientes con postura habitual de decúbito lateral podrían tener una mayor incidencia de mordida cruzada homolateral, los pacientes con postura de decúbito lateral-prono presentarían mayor incidencia de mordida cruzada anterolateral-homolateral, y los pacientes con postura habitual prono (izquierda, derecha o pura) presentarían mayor mordida cruzada anterior o bilateral (por la mayor presión ejercida sobre el maxilar y la mayor facilidad para cambiar el lado de apoyo). Además estos hábitos pueden agravarse con la edad con el hábito adquirido de pulvinismo asociado a dormir en la mano o el puño bajo la almohada, de forma que se ejerce una mayor presión sobre los huesos maxilares y mandibulares. Del mismo modo, cualquier postura frecuente y mantenida en el tiempo, como apoyar la cara sobre la mano/puño o adoptar posturas laterales en el sofá podrían dar lugar a las mismas maloclusiones que las observadas debidas al pulvinismo. Por todo lo anterior, el objetivo de este trabajo ha sido analizar la relación de la postura adoptada al dormir como causa de las mordidas cruzadas en una muestra problema y comparar la importancia de este factor con respecto otros factores descritos como responsables de las mordidas cruzadas.