La investigación psicológica de los delitos violentos. El método v.E.R.A.©estudio de la víctima, de la escena del delito, de la reconstrucción del delito y del autor
- Héctor González Ordi Zuzendaria
- Miguel Ángel Pérez Nieto Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad Camilo José Cela
Fecha de defensa: 2012(e)ko abendua-(a)k 17
- Manuel de Juan Espinosa Presidentea
- María Poveda Fernández Martín Idazkaria
- Carlos Canelo Barrado Kidea
- Francisco Pérez Fernández Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
LA INVESTIGACIÓN PSICOLÓGICA DE LOS DELITOS VIOLENTOS. EL MÉTODO V.E.R.A.©: ESTUDIO DE LA VÍCTIMA, DE LA ESCENA DEL DELITO, DE LA RECONSTRUCCIÓN DEL DELITO Y DEL AUTOR. La presente tesis recoge la elaboración y puesta en práctica del denominado Método V.E.R.A. es una técnica de elaboración de perfiles psicológicos de delincuentes violentos, que aúna los conocimientos actuales sobre el criminal profiling y pretende ser un método objetivo de elaboración de perfiles psicológicos, objetividad que pretender mantenerse durante todo el proceso de elaboración de los mismos, tanto en la recopilación de los datos, como en la realización de inferencias a partir de ellos, como en la elaboración de hipótesis que den lugar al perfil final. La denominación V.E.R.A. proviene del acrónimo de los cuatro pilares en los que descansa la técnica: Víctima, Escena del delito, Reconstrucción del delito y Autor, referida respectivamente a la recopilación de todos los datos posibles acerca de la víctima o víctimas, al análisis pormenorizado de la escena o escenas del delito, a la reconstrucción posible del hecho a partir de la información disponible y a los datos existentes acerca del autor o autores de los mismos para su tratamiento posterior en las secuencias que se detallarán posteriormente. El primer pilar es el dedicado a la Víctima. Sobre esta figura el Método recogerá toda la información disponible acerca de ella y que permita responder a la pregunta: ¿por qué fue elegida esta víctima y no otra La Escena del delito se refiere al análisis espacio temporal de todos aquellos lugares que de algún modo estén relacionados con el hecho investigado. El método distingue entre lugar de abordaje del autor a la víctima, lugar de comisión del hecho y lugar de abandono de la víctima, conceptos que se detallarán posteriormente y que están referidos a lugares que pueden o no coincidir en uno mismo o ser diferentes. Para cada uno de ellos, se analizan todas las variables que permiten responder a las preguntas: ¿por qué en ese lugar y no en otro? ¿Por qué en ese momento y no en otro? Pretende comprender qué factores de espacio y tiempo caracterizan a esos lugares y que permiten su elección por parte del autor. Incluye aspectos como la descripción física y tipo del lugar, la fecha, hora y día de la semana, tiempo transcurrido entre hechos análogos, etc. La Reconstrucción del delito pretender recorrer todo el iter criminis, con intención de poder responder a la pregunta: ¿cómo ha sucedido?, de tal modo que se tratan de analizar conductas previas de autor y víctima a la comisión del hecho, las realizadas durante el mismo y las posteriores, diferenciando los distintos tipos de abordaje, comisión y abandono de la víctima, las distintas reacciones de los actores, las verbalizaciones textuales de unos y otros, etc., de tal modo que se escribe un guión de sucesos, un relato de lo ocurrido y que le da sentido. Es en este pilar donde cobran especial relevancia los conceptos de modus operandi y sello personal, conceptos fundamentales a la hora de analizar los comportamientos delictivos desde el punto de vista psicológico. Por último, en cuanto al Autor se trata de recoger cuantos datos sobre él sean posibles, para describirle física y conductualmente, para averiguar datos sobre las herramientas de las que haya hecho uso, etc. y que permitan responder a la pregunta: ¿qué sabemos del autor? El Método V.E.R.A. consta de tres fases: recopilación de datos, realización de inferencias y elaboración de hipótesis. La primera fase consiste en la recopilación de todos los datos posibles sobre el hecho investigado, diferenciados en sus cuatro pilares o apartados ya señalados y teniendo en mente siempre la diferenciación entre modus operandi, sello personal y escenificación. La segunda fase consiste en la realización de inferencias lógicas a partir de los datos existentes. Pueden realizarse de un solo dato o de varios de ellos a la vez. A de tenerse en cuenta que las circunstancias de un delito, con toda su complejidad, es un entramado en el que cada elemento influye y es influido por otros, por lo que, aunque cada dato a de ser analizado individualmente, al mismo tiempo ha de tenerse en mente el conjunto de la información disponible. La tercera fase consiste en la elaboración de hipótesis a partir de las inferencias realizadas. Lo dicho hasta ahora sobre las inferencias es válido para las hipótesis. Cada hipótesis generada será codificada de tal modo que permita identificar de qué inferencias proviene, con la letra H, inicial de la palabra hipótesis, y un número ordinal, seguido del código de inferencia o inferencias de las que surge. Igual que sucedió en el caso de las inferencias, de una hipótesis o varias pueden derivarse otra u otras, pero, igual que se señaló anteriormente, ha de explicitarse la o las hipótesis de las que deriva y que, por supuesto, tendrá una debilidad mayor pues es mayor su carga especulativa. El sustento del Método V.E.R.A. descansa en que no hay acto del agresor que no esté motivado; que cada acto por sí solo ha de ser investigado; que diferentes agresores muestran conductas similares pero que están motivadas por razones diferentes; que debido a la complejidad de la conducta humana, a la interacción de unos individuos con otros y a las influencias ambientales, no habrá jamás dos casos iguales. Un mismo autor puede presentar diferentes motivos para cometer diferentes actos o en un mismo acto presentar diversas motivaciones. Por lo tanto, no hay dos delincuentes iguales. Cada uno es producto de su propia historia personal, sus experiencias y emociones, su biología y su psicología. Cada delincuente tiene el potencial para crear escenas del delito a su modo, así como para satisfacer sus propias necesidades emocionales. Hay, indudablemente, similitudes entre diferentes agresores, pero el Método V.E.R.A. pretende destacar, a partir no sólo de las analogías sino también de las diferencias, el significado de cada conducta de los delincuentes. Así, el Método V.E.R.A. establece un perfil psicológico del autor del delito violento que permite a los policías encargados de la investigación restringir las alternativas de búsqueda de sospechosos para una más pronta identificación y detención, con la consiguiente prevención de delitos y sus correspondientes víctimas.