Seguridad de la paciente y eventos adversos relacionados con la asistencia sanitaria en obstetricia

Resumen

Los incidentes y Eventos Adversos relacionados con la atención sanitaria (EA) son, tanto por su magnitud como por sus repercusiones, y por la existencia de actuaciones preventivas eficaces y factibles, un problema de salud pública. Bajo la denominación de seguridad del paciente (SP) se agrupan las actuaciones orientadas a reducir el daño innecesario asociado a la atención sanitaria hasta un mínimo aceptable. La escasez de estudios sobre frecuencia y distribución de EA en Obstetricia contrasta con el hecho de que sea una de las especialidades que se relaciona con mayor frecuencia con reclamaciones y demandas por parte de las pacientes atendidas. El presente estudio se enmarca dentro de los encaminados a mejorar el conocimiento de la magnitud de los EA en Obstetricia y explorar algunos de sus factores contribuyentes. La incidencia de pacientes con Eventos Adversos asociados a la asistencia sanitaria en los servicios y unidades de Obstetricia del estudio fue del 3,6% (IC 95%: 2,3-4,8). Este valor se encuentra dentro del rango de los observados en otros estudios realizados con metodología heterogénea en pacientes obstétricas (0,4%-10,9%), y es inferior a la que se observa en el conjunto de servicios hospitalarios. Al analizar la distribución de los Eventos Adversos en función de su naturaleza, se puso de manifiesto que el 59,4% estaban relacionados con la realización de un procedimiento, principalmente el desgarro uterino y la hemorragia o hematoma relacionadas con una intervención, seguidos de los relacionados con la infección nosocomial y la medicación. Considerando su repercusión clínica y gravedad, se observó que la mayoría de los Eventos Adversos ocasionaron la realización de tratamientos y procedimientos médico-quirúrgicos adicionales en un 59,4% y un 71,9% respectivamente. Así mismo, alargaron de forma significativa la estancia de la paciente con el consiguiente incremento del coste de la atención. Sin embargo, no se observó ningún Evento Adverso con repercusión grave para la madre o el recién nacido. Al analizar la posibilidad de prevención, aplicando el conocimiento disponible, el 56,3% de los Eventos Adversos detectados se consideraron evitables, hecho que pone de manifiesto la necesidad de desarrollar actuaciones de mejora orientadas a reducir su frecuencia. La guía de cribado MRF-1, utilizada habitualmente para detectar Eventos Adversos, tiene menor rendimiento en Obstetricia, con un valor predictivo positivo del 53,6% (IC 95%: 45,7-61,5), que la observada en el conjunto de servicios del estudio ENEAS con un 71,5% (IC 95%: 69,3 - 73,6). Una modificación de la citada guía, que incluía algunos ítems de alerta adicionales relacionados con la asistencia obstétrica (cuestionario MRF1-OBST), no mejoró el valor predictivo positivo de la guía, además de incrementar el trabajo de cribado. Por ello, son necesarios otros instrumentos complementarios para conocer la magnitud y trascendencia de los Eventos Adversos en esta especialidad. La singularidad de la atención obstétrica radica en atender a pacientes jóvenes, con poca comorbilidad y altas expectativas de éxito con el resultado asistencial. Sin embargo, existen factores que pueden incrementar el riesgo obstétrico y favorecer la aparición de incidentes y Eventos Adversos evitables, lo que hace necesario el desarrollo de sistemas que permitan detectarlos y la puesta en marcha de medidas que reduzcan el riesgo o atenúen sus consecuencias.