El paradigma de la formaciónreto heurístico de prospectiva de la Comunidad de Madrid
- Río del Rosal, Miguel del
- Emilio López-Barajas Zayas Director/a
Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia
Año de defensa: 2013
- José Antonio Ibáñez-Martín Presidente
- María del Carmen Ortega Navas Secretario/a
- Miguel Pérez Ferra Vocal
- Salvador Peiró Gregori Vocal
- Honorio Salmerón Pérez Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Conocer los cursos realizados por los trabajadores de Madrid. Durante 2011 el 53,3% de la población activa de Madrid participó en actividades formativas formales y/o no formales relacionadas con el trabajo. Esta cifra se reduce al 46% si sólo tomamos en cuenta los trabajadores por cuenta ajena. Seis temáticas acaparan el 34,5% de los cursos: "sanidad-salud", "didáctica/formación", "idiomas", "prevención de riesgos laborales", "legislación y normativa" e "informática avanzada". Detectar el medio por el que supieron de su existencia y averiguar por qué no los hicieron. Si bien ninguna de las causas propuestas en el estudio recibió una valoración superior a cinco, el "coste personal", la "duración del curso" y el "desfase de los contenidos" fueron las dificultades más importantes que se alegaron para no haber realizado un curso. Detectar las principales barreras de acceso. Sólo la quinta parte de la población activa no estaría afectada por las ausencias de motivación propuestas en el estudio. En el resto, se distinguen siete colectivos:. El grupo de mayor tamaño sería el que alega el coste para el trabajador (20,0%), seguido de la falta de motivación para mejorar sus conocimientos (13,6%), de la falta de motivación para cambiar de sector (11,8%), de la baja calidad de los cursos (11,4%), del coste en términos de tiempo (11,1%), del coste que supone para la empresa (10,5%), y de la falta de motivación por la mejora de las rentas (6,7%). Valor que los trabajadores dan a la formación. La "actualización de conocimientos", seguida de la "retribución" y su "reconocimiento por parte de la empresa" son los aspectos más valorados por la población activa. El "cambio sectorial" y la "obtención de un certificado", son los que reciben una menor puntuación. Identificar los procedimientos de formación. La modalidad de aprendizaje más empleada por la población activa fue el aprendizaje informal (47,7%), seguida de la educación no formal (31,5%) y la formal (27,7%). En el aprendizaje no formal, el método de impartición predominante fue aquel que combinó teoría y práctica (37,5% de los cursos), seguido de las clases teóricas impartidas en aulas (33,1%), de los cursos a distancia o vía Internet (13,2%) y de las acciones formativas de carácter práctico en el puesto de trabajo (12,5%). Determinar los criterios de selección seguidos y el papel ocupado por la empresa. Las acciones formativas formales y no formales realizadas por la población activa, si bien fueron fruto de la iniciativa de una empresa en el 43,9% de las ocasiones, éstas intervinieron en su financiación en el 56,4% de las ocasiones. En el caso de los trabajadores por cuenta ajena estas cifras se incrementan hasta el 52,7% y 62,2% respectivamente. Conocer el tipo de utilidad manifestada por los que hayan realizado algún curso. El curso sólo ha tenido impacto en sólo en 3 de las 7 condiciones laborales propuestas. La "ampliación de conocimientos" es la más relevante, seguida de la "valoración positiva por parte de la empresa" y el "incremento de la productividad". La "mejora de la retribución", el "cambio de empresa o sector", y "garantizar el puesto actual" fueron las utilidades prácticas menos observadas por los encuestados. Conocer la formación específica del trabajador de las microempresas. El tipo de conocimiento del curso realizado por la población activa fue de carácter general en la mayor parte de las acciones formativas (78%) siendo este porcentaje superior en el caso los trabajadores de las microempresas (90,8%). Preferencias en cuanto a horario, profesorado, material didáctico, etc. La duración media de las acciones formativas formales y no formales fue de 108,3 horas siendo el sistema de impartición predominante el presencial (75,5% de los cursos). Por su parte el horario de impartición resultó estar bastante igualado entre el horario laboral (47,3%) y el no laboral (52,1%), si bien este último porcentaje se reduce al 46.9% entre los trabajadores por cuenta ajena.