Estrategias para el análisis de la música visualel caso de Llorenç Barber

Resumo

El análisis del trabajo de Llorenç Barber revela diferentes aproximaciones sobre las posibilidades de la notación gráfica en el campo de la música experimental y el arte sonoro. En sus inicios compositivos junto con el grupo Actum (1973-1982), Barber desarrolló, a partir de la influencia de las corrientes estadounidenses como el minimalismo o las músicas de participación, un grafismo musical simple e intuitivo, cuya misión era propiciar una expresión sonora rica y espontánea. Al concebir la notación musical desde una perspectiva democrática, y no como barrera simbólica entre músico profesional y no profesional, rompió así con las corrientes de vanguardia centroeuropea. En su segunda etapa hallamos sus músicas para grandes superficies urbanas al aire libre. Aquí, el compositor coordina enormes partituras de carácter esquemático junto con otras de carácter topográfico. Las masas sonoras plurifocales en movimiento son organizadas de un modo puramente visual. El trazo gráfico (y su deliberada dimensión estética) es aquí el motor creativo de estas descomunales propuestas sonoras. En su última etapa, el gesto se hace, en cambio, mínimo. Son las denominadas «músicas visivas»: músicas silenciosas cuya funcionalidad desaparece para dar paso a la partitura como obra artística autónoma. A través del trabajo gráfico de Llorenç Barber, este estudio pretende, en última instancia, abrir espacios de reflexión acerca de la relación entre sonido y gesto gráfico.