Evaluación de la eficacia de un programa de enfermería de hábitos de vida saludables en una muestra de pacientes con trastorno mental grave

  1. Zurrón Madera, Paula
Dirixida por:
  1. María Paz García Portilla González Director
  2. María Teresa Lluch Canut Co-director

Universidade de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 06 de novembro de 2019

Tribunal:
  1. Julio Bobes García Presidente/a
  2. Leticia García Alvarez Secretaria
  3. Rafael Sales Orts Vogal
  4. Leticia González Blanco Vogal
  5. Gerardo Flórez Menéndez Vogal

Tipo: Tese

Teseo: 605499 DIALNET

Resumo

Diversos estudios han puesto de manifiesto que las personas con esquizofrenia presentan un exceso de morbimortalidad en comparación con la población general. En concreto, muestran una expectativa de vida de entre 13 y 30 años menor, siendo el 60% del exceso de mortalidad atribuible a enfermedades físicas comórbidas (especialmente cardiovasculares y endocrino-metabólicas). Asimismo, es atribuido a otros factores, como el propio proceso de la enfermedad, alimentación poco saludable, estilo de vida sedentario, elevado uso de tóxicos, así como los efectos secundarios de algunos psicofármacos. La mayoría de estos factores de riesgo son modificables, por lo que la puesta en marcha de intervenciones específicas dirigidas a la monitorización y a los cambios en los estilos de vida son claves para la mejora y la reducción de ellos. Los objetivos de este trabajo son los siguientes: 1)describir el estado de salud general de los pacientes con esquizofrenia de nuestro entorno, así como su nivel de funcionalidad y su calidad de vida relacionada con la salud autopercibida; 2)determinar la eficacia de un programa de intervención de enfermería protocolizado y específicamente dirigido a modificar los estilos de vida poco saludables de estos pacientes. El estudio consta de dos fases: fase 1- transversal, se incluyeron pacientes con diagnóstico de esquizofrenia (CIE-10); fase 2- experimental, estudio prospectivo de 9 meses de seguimiento en el que se incluyeron únicamente aquellos pacientes que presentaban un IMC≥25 Kg/m2. Los pacientes fueron aleatorizados bien a un grupo de intervención experimental (programa de enfermería de 12 sesiones grupales e individuales específicamente diseñado para la modificación del estilo de vida) o bien a su tratamiento habitual. Los resultados de la fase 1 ponen de manifiesto que las personas con esquizofrenia tienen un estado de salud física comprometido, presentando ¾ partes estreñimiento, 1/3 síndrome metabólico, y un IMC medio correspondiente a obesidad tipo 1. Asimismo, su nivel de funcionamiento es moderado y su calidad de vida relacionada con la salud autopercibida baja, especialmente en las áreas de vitalidad y salud general. La presencia de síndrome metabólico se asoció con peor calidad de vida (funcionamiento físico y componente sumario físico del SF-36), pero no afectó al nivel de funcionamiento. Por otra parte, los sujetos eran poco adherentes a las recomendaciones sobre consumo de alimentos y actividad física diaria de la OMS. En cuanto a la fase 2, los resultados indican que el programa de intervención es factible (tasa de adherencia del 100%). Asimismo, demostró ser eficaz a corto plazo para mejorar aspectos como la obesidad, circunferencia de cintura y la calidad de vida relacionada con la salud (dolor y componente sumario físico). Por el contrario, en el grupo con tratamiento habitual se observó un empeoramiento de la tensión arterial, niveles de triglicéridos, número de criterios de síndrome metabólico que cumplían y número de minutos de actividad física ligera semanal que realizaban. La intervención demostró ser eficaz en la reducción de la prevalencia del síndrome metabólico y de los niveles de HDL-colesterol y triglicéridos, del número de criterios de síndrome metabólico que cumplían. Además, supuso una mejora del perfil lipídico y un aumento en la adherencia hacia las recomendaciones de actividad física de la OMS. En el seguimiento a los 3 meses, el grupo experimental mantuvo la mejoría en la circunferencia de la cintura y en la calidad de vida relacionada con la salud (dolor y el componente sumario físico) y mostró una mejoría en la glucemia, masa magra y agua corporal, y nivel de funcionalidad. Por el contrario, en el grupo control se observó un empeoramiento en la prevalencia de estreñimiento. Comparado con el grupo control, el grupo experimental continuaba presentando menor prevalencia de síndrome metabólico, menor número de criterios del mismo, mejores niveles de colesterol, calidad de vida relacionada con la salud (dolor) y seguía siendo más adherente a las recomendaciones de actividad física de la OMS. Finalmente, en el seguimiento a los 9 meses, en el grupo experimental empeoró la prevalencia del síndrome metabólico. Asimismo, se mantuvo la mejoría en el componente sumario físico del SF-36, y mejoraron el área de rol físico de dicha escala y el número de minutos que permanecían sentados diariamente los pacientes de este grupo. En el grupo control se mantuvo el empeoramiento en el estreñimiento y, además, empeoró el área de dolor del SF-36. Asimismo, el grupo experimental era superior al control en los niveles plasmáticos de HDL-colesterol y en el área de dolor del SF-36.