Biomarcadores diferenciales de la esquizofrenia

Resumen

Los dos principales motivos que han llevado a la búsqueda de biomarcadores de la esquizofrenia han sido, no sólo la falta de indicadores objetivos, sino también, la consideración de la misma como un trastorno sistémico (Kirkpatrick, 2009; Kirkpatrick, et al., 2014). Así, se han observado disfunciones inflamatorias, hormonales o metabólicas (Guest, Chan, Gottschalk, & Bahn, 2014). El objetivo principal del trabajo de Tesis Doctoral ha sido la identificación de los potenciales biomarcadores diferenciales de la esquizofrenia, comparada con el trastorno bipolar y controles sanos. Como objetivo secundario, se planteó la determinación de los biomarcadores diferenciales de las dimensiones psicopatológicas (positiva, negativa, depresiva y cognitiva) y de funcionamiento de la esquizofrenia. Estudio naturalístico, transversal, de una muestra de pacientes con esquizofrenia en tratamiento ambulatorio (n = 123), y sus controles con trastorno bipolar (n = 102) y sanos (n = 80). Los resultaron mostraron que existen biomarcadores diferenciales de la esquizofrenia comparados con el trastorno bipolar y controles sanos en parámetros cardiacos, endorino-metabólicos e inmuno-inflamatorios. Comparado con el trastorno bipolar, la frecuencia cardiaca, la circunferencia abdominal, la prolactina, la subunidad p65 del factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas (NFκB) (p65) y la prostaglandina E2 (PGE2) se han identificado como biomarcadores diferenciales de la esquizofrenia. Comparado con controles sanos, el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL), los triglicéridos, la insulina, la hormona estimulante de la tiroides (TSH), p65, PGE2 y la isoforma de la enzima ciclooxigenasa-1 (COX-1) se han identificado como biomarcadores diferenciales. Además, se han identificado biomarcadores diferenciales de las diferentes dimensiones psicopatológicas, excepto de la depresiva, y de funcionamiento. Referencias bibliográficas Guest, P. C., Chan, M. K., Gottschalk, M. G., & Bahn, S. (2014). The use of proteomic biomarkers for improved diagnosis and stratification of schizophrenia patients. Biomark Med, 8(1), 15-27. Kirkpatrick, B. (2009). Schizophrenia as a systemic disease. Schizophr Bull, 35(2), 381-382. Kirkpatrick, B., Miller, B., García-Rizo, C., & Fernandez-Egea, E. (2014). Schizophrenia: a systemic disorder. Clin Schizophr Relat Psychoses, 8(2), 73-79.